miércoles, 30 de octubre de 2013

Lifting con acupuntura, nuevo método antienvejecimiento

Agujas y antienvejecimiento forman, decididamente, una mala pareja. Pero esta vez no hablamos de inyecciones, sino de acupuntura, que promete tensar los rasgos de manera natural y no definitiva. ¿Lista para un pinchazo?
Antienvejecimiento: ¿Lifting con acupuntura?
© Thinkstock
El lifting con acupuntura es un método antienvejecimiento menos invasivo que el quirúrgico. No requiere anestesia ni hospitalización, tan solo una sesión de acupuntura localizada de 25 minutos.

El principio del lifting con acupuntura

Como lo explica la acupunturista Céline Claret-Coquet, “el rostro, la piel y el músculo están estrechamente vinculados”, en el sentido de que toda acción sobre el músculo tendrá efectos sobre la piel. De ahí la idea de estimular el músculo para tensar la epidermis. “El lifting con acupuntura consiste en aplicar, muy rápidamente, una veintena de agujas en el conjunto de la cara, particularmente en los puntos que llamamos de ataque. Esto produce una contracción muscular que tensará la piel”. Todo tiene lugar en apenas minutos, para poder conseguir una buena contracción. Una vez aplicadas, las agujas se dejan unos 20 minutos.
Aunque la técnica permite trabajar la arruguita del entrecejo o los surcos nasogenianos, en realidad no hay localización precisa, ya que “el lifting actúa sobre todo el rostro”. “Con la contracción se activa la microcirculación, lo que produce un efecto general en toda la cara”, asegura la experta.
Por las contracciones y las estimulaciones musculares, este lifting suave se asemeja mucho a la gimnasia facial. “Es cierto, pero ésta tiene un efecto superficial”, puntualiza Claret-Coquet. Y agrega: “Con las agujas, aunque no se inserten profundamente, se consigue una acción más precisa. La digitopuntura, por el contrario, se aconseja para mantener”.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, el lifting por acupuntura no duele. “Por supuesto que se siente un ligero pinchazo, pero cuando el acupuntor es preciso, la técnica es casi indolora”, dice la especialista. ¿Las palabras clave para un sesión casi imperceptible? ¡Precisión y destreza!

Efecto más natural

Los efectos del lifting con acupuntura no se comparan con los de la cirugía. La acupuntura es mucho menos invasiva y más suave y el efecto tensor que produce es, lógicamente, menos espectacular y más natural. Este lifting, inspirado en la medicina china, no es mágico, como puede parecer el que se consigue con el bisturí. “Se necesitan muchas sesiones para obtener un resultado sobre las arrugas o el óvalo facial”, advierte Claret-Coquet. De todos modos, tras la primera sesión el efecto iluminador resulta impresionante y se amplifica durante los días siguientes al tratamiento.
Si se tiene la paciencia de repetir las sesiones, el lifting con acupuntura puede atenuar las arrugas, corregir el óvalo fácil (unas 10 sesiones) y los poros dilatados, tonificar la piel y devolverle el brillo. Por supuesto, el número de sesiones y los efectos nos serán los mismos en todos los tipos de piel.
La acupunturista establece tres momentos clave en los que recurrir a la técnica resulta útil:
  • A partir de los 25 años, cuatro sesiones bastan. Éstas producirán un efecto sobre el brillo y la textura de la piel y regularán pequeños problemas como los poros dilatados.
  • A partir de los 35, una sesión cada dos meses. El objetivo es retrasar el proceso de envejecimiento. El lifting activa la microcirculación y la producción de colágeno.
  • A partir de los 45 años ya no hablamos de prevención, sino de tratamiento. En la fase de ataque, para retonificar la piel, habrá que calcular cinco sesiones durante el primer mes. Después, una sesión con cada cambio de estación será suficiente.
En las arrugas se obtienen resultados a partir de la quinta sesión, es decir, alrededor de las tres semanas. “Es el tiempo necesario para que la piel se tonifique y obtener un efecto duradero”, explica la especialista. Sobre el óvalo facial el trabajo es más delicado y largo: habrá que contar con una decena de sesiones antes de verlo redefinirse.
Y si el lifting se parece a la gimnasia facial, por algo es. “La técnica necesita mantenimiento. Hablamos de contracción muscular, como en el deporte, es decir, que cuando se para, el tejido se relaja”. Pero no hay que temer, los tejidos no se relajan en quince días y, sobre todo –como asegura la acupunturista– el método es adictivo. Es fácil hacerse adepto a los resultados y al buen aspecto que dejan en el conjunto del rostro.

Consejos para una buena sesión

Como no siempre es fácil saber si el especialista efectúa la técnica debidamente, Céline Claret-Coquet nos ofrece algunas pistas para salir de dudas.
- Una veintena de agujas es lo razonable. “Más allá de 30, hay que inquietarse”.
- Verificar que las agujas que se usan sean desechables.
- Los dolores de cabeza o los vómitos tras una sesión deben alertar.
- Un pequeño hematoma es normal, varios, no.
- El dolor no debe ser insoportable. Lo normal es sentir pinchazos leves.
¿Te animas a probar una técnica que pronto dará que hablar?
J. Xavier

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