martes, 28 de agosto de 2012


Los cristales pueden ser uno de nuestros mejores aliados a la hora de restaurar el balance de nuestros cuerpos. Con unos pocos minutos y una técnica sencilla pero eficaz, usted puede recuperar su energía y seguir con el corre-corre de la vida diaria.
Al seguir estas recomendaciones, no se sienta obligado a seguir paso por paso. Recuerde que es importante dejarnos llevar también por nuestra intuición y sabiduría interna.
Tampoco se sienta presionado por obtener resultados específicos. La experiencia es distinta para cada individuo. Disfrútela y reconozca el efecto que tiene en su cuerpo, mente y alma (¡y no olvide compartir su historia en nuestro foro!)

Habla chakra?

La palabra chakra proviene del sánscrito y significa rueda o vórtice. Los chakras (en inglés) son centros energéticos invisibles ubicados en puntos específicos alrededor del cuerpo y que regulan nuestra energía y afectan y reflejan nuestra salud mental, física y espiritual.
A la hora de conservar nuestra salud y bienestar, los chakras deben estar balanceados de manera que permitan fluir la energía, en vez de estancarla. Nuestros estados de ánimo, estilos de vida e interacción con otras personas influyen en la salud de nuestros chakras. Una excelente manera de restaurar su balance, es usar cristales con técnicas de visualización.

Cuándo balancear los chakras

Si de repente se siente agotado y sin energía, ha estado irritable y de mal genio, o no se acaba de recuperar de ese resfriado que parece eterno, balancear sus chakras podría marcar la diferencia.
Algunas personas han desarrollado el hábito preventivo de mantener sus chakras en armonía practicando frecuentemente ciertos ejercicios. Otros prefieren hacerlo cuando ven síntomas que indican que algo no funciona a nivel energético. De cualquier manera, usted puede ir graduando la frecuencia y necesidad de estos ejercicios según su intuición sugiera.

Manos a la obra

Este ejercicio básico sirve para empezar su práctica. Si es posible, consiga dos cuarzos transparentes de cualquier tamaño, y seis cristales de su preferencia. Si no tiene acceso a cristales en este momento, simplemente imagínelos.
Asegúrese que no será interrumpido durante al menos 20 minutos, y use ropa cómoda. Gradúe la temperatura del cuarto y según su preferencia, la luz en el espacio.
  1. Elija un lugar cómodo y recuéstese sobre su espalda. Gradúe su respiración, haciéndola más profunda cada vez. Continúe por dos o tres minutos hasta que se sienta centrado en el ejercicio y consciente del flujo de aire.
  2. Respire profundo por la nariz y mantenga la respiración por 10 segundos mientras tensa los músculos de los pies. Expire por la boca y relaje los músculos mientras gira los tobillos un par de veces. Repita con sus piernas, pelvis, estómago, brazos, hombros, cuello, cabeza y cara.
  3. Gire su cuerpo despacio sobre un brazo y levántese muy lentamente hasta quedar sentado primero y luego parado con la cabeza inclinada hacia delante. Su cuello debe ser lo último que levanta.
  4. Suba las manos por encima de la cabeza y respire profundamente por la nariz mientras aprieta los músculos del abdomen. Pretenda que, sin levantar los pies, intenta tocar el techo con sus manos. Mantenga por 10 segundos, exhale por la boca y relaje el cuerpo. Repita 5 veces.
  5. Vuelva a la posición original cómodamente sobre su espalda. Coloque un cuarzo en cada muslo (apuntando hacia la cabeza), dos cristales en la mitad del pecho (apuntando hacia la cabeza), dos cristales más en la frente (apuntando hacia los pies) y uno o dos cristales en las manos (apuntando hacia la cabeza).
  6. Concéntrese en su respiración y visualice el flujo de energía creándose en los pies y cabeza, y viajando constantemente desde los dedos de los pies hasta la cabeza en un ciclo infinito que revitaliza. Vea cada músculo y órgano bañado en una luz brillante y poderosa que lo limpia, sana y protege. Tome su tiempo con esta visualización.
  7. Cuando esté listo, imagine que la luz se concentra alrededor de sus pies y forma una esfera de luz blanca. Vea esta esfera viajar lentamente desde los pies hasta la cabeza, cubriendo cada pulgada de su cuerpo. Visualice esta esfera saliendo de su cabeza y explotando en millones de arco iris que lo bañan en una lluvia de colores. Sienta como esta lluvia de energía lo refresca, protege y cuida.
  8. Cuando esté listo, levántese muy lentamente.

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